Mudanza

Me volví a mudar a mi barrio.

Dejé atrás el centro y esos 2 años que pasé viviendo al borde de Once, en ese barrio que llaman Balvanera.

Algunas cosas que voy a extrañar:

1 - La cercanía al laburo. Levantaba la mano en la esquina y cualquier cosa me llevaba. Una vez levanté la mano y me llevó un flete.
2 - La cercanía a cualquier cosa. Kioscos, bancos, farmacias, ferreterias, casas de ropa. No habia nada que no estuviera a mas de una cuadra. Aca, tengo que caminar 5 cuadras hasta la farmacia, sin antes caminar 8 hasta el banco para sacar plata, y despues desviarme 3 mas para ir al kiosco a comprar una coca.

Creo que eso es todo. La lista de cosas que no voy a extrañar:

1 - El ruido. Adios bocinazos desde las 5 de la mañana hasta la 1 de la mañana. Adios vecinos pelotudos que dejan sus radio despertadores programados para sonar todos los dias a las 4 y media, incluyendo los 14 dias que se fueron de vacaciones y los dejaban sonando durante 3 horas hasta que Dios sabe porqué se apagaban.
2 - Adios al departamento de mierda que tenía: no mas inundaciones, falta de agua, falta de gas, corte de electricidad, suba de tension y quema de electrodomesticos, pisos de madera levantados, inodoros descompuestos, infestaciones de cucarachas, etc. Si, no vivía precisamente en el Sheraton.
3 - Administradores de edificio. Adios vieja chismosa, pedorra hija de mil puta que endeudaste a todo el consorcio por 22.000 dolares porque quisiste poner un hidromasaje en tu baño y rompiste un caño importante. Adios forro parecido al ex-cantante de Memphis cuya toda guita que te dimos para pagar la deuda de la vieja chismosa te la habrás gastado en putas, faso y carreras de caballos. Los dos probaron ser tan inutiles y forros como pense que eran ni bien los miré por primera vez a la cara.
4 - Jardin de Infantes de mierda. Adios jardín cuyas instalaciones eran mas viejas que la revolucion de Mayo y cuya cuota era mas alta que la de la Universidad de San Andrés. Te juro que no extrañaré las notas pelotudas que tus maestras dejaban en el cuaderno de comunicaciones, como tampoco extrañaré la actitud pelotuda y de negros chorros que tuvieron cuando fuimos a decir que nos mudabamos a otro lugar, por lo tanto a otro jardín, y nos dijeron que no podían encontrar las pertenecias de mi hija. Demostraron ser todo lo opuesto a lo que perjuran enseñar a los niños (Jardin Nuevo Siglo. Jean Jaures 967. Señora, no lleve a su hijo ahi).
5 - Precios desorbitantes pensados para turistas con dolares. Adios a que me cobren una coca cola al precio que seguramente la cobran en los barrios privados de Suiza y me atiendan con la calidad de servicio que atienden en los bares no habilitados de una villa de emergencia.