sábado, marzo 08, 2008

Cansado

Estoy harto de escuchar hablar de que tal pelicula o tal otra fue premiada en el Festival de Cine de No se Donde.

Debe haber como 60 festivales de cine en todo el año. Seguro me quedo corto. Aun así, tomando un promedio de 5 jueces por competencia, esto significa unos 300 jueces. Que a su vez tienen que definir sobre unas 20 peliculas. Estamos hablando de unas 6000 decisiones, que tranquilamente pueden realizarse al tun tun, o por un poco de guita, o por aburrimiento, cansancio, maldad, etc.

En pocas palabras: Gente, a nadie le importa un pito si la pelicula fue premiada con el inodoro de bronce en el festival de cine de Cañuelas. Eso no es importante a la hora de definir que pelicula alquilo y cual no. No es que entre alquilar Duro de Matar 4 y La Brisa Cae Leve sobre el Olmo, me voy a quedar con la ultima porque fue premiada por un pelotudo y pedante estudiante del Cievyc que se siente intimidado por la masculinidad de Bruce Willis y llora cuando ve un paraje desolado de la llanura argentina.

No señores. Actores, Directores, Explosiones, Presupuesto, Recaudacion, Chistes, Soundtrack. Esas son las cosas que definen cual pelicula me llevo de un estante, o cual me bajo de RapidShare.

Ahorrense todas estas mierdas:

Festival de Cine de Guadalajara
Festival Internacional de Cine de Mar del Plata
Festival de Cine de Miami
Festival de Cine de Berlin
Festival de San Remo
Festival de Punta del Este

1 comentario:

Jose dijo...

VES?! AHÍ TENÉS! SPAM! A PESAR DE QUE TENGAS LA BENDITA PALABRA VERIFICADORA! SACALA A LA MIERDA!
Sí, es verdad, son una poronga. A mí me dan gracia los que también se pasan criticando una película de Bruce Willis porque es el modelo de película que los yankees venden al mundo para lavarles el cerebro demostrandoles que el hombre americano puede, y además debe salvar la libertad de expresión y la democracia mundial y combatir el terrorismo, el comunismo, el nacionalsocialismo, o el que en ese momento sea la imagen del diablo. Dentro de poco va a ser a Chavez.
Señores: YA SABEMOS TODO ESO. Pero quiero ver cómo John McLain, cuando se le acaban las balas, agarra un auto y lo acelera y lo manda por una rampa para ponerselo a un helicóptero y bajarlo.