sábado, julio 15, 2006

Otra vez a contramano

Me di cuenta de que soy de esas personas que odian a esa persona a la que todos quieren porque es re gracioso, simpatico, carismatico, conversador, etc.
Primero porque esas personas no tienen que hacer practicamente nada para ganarse nada. Ni el sueldo, ni la promocion, ni el afecto de sus jefes, profesores, pares, amigos, etc.
Segundo porque no importa si se mandaron 10.000 cagadas juntas con granizado doble; con una fucking sonrisa, o un chiste, o una frase estupida arreglan todo poniendose en el bolsillo a aquellos debiles de mente quienes sólo ven el acto "enmendatorio", y no la cagada.
Tercero y ultimo: Si los demas se dan cuenta de que uno no simpatiza con este tarado galopante, lo consideraran un "mala onda".

4 comentarios:

Jonathan dijo...

100% identificado.

Méndigos humanos!!

Simon Erusalimsky dijo...

jajaja yo no se si odio a la persona en cuestion pero si odio que sucedan esas tres puntos y a partir de eso si puedo llegar a odiar esa persona... igualmente yo creo q el problema es justamente de "aquellos debiles de mente" como muy bien decis.. malditas personas debiles de mentes, completamente dominables por cualquier carismatico y q comunmente terminan siendo el blanco más facil de todo politico, asi como de muchisimos programas de tv hiper vacios...

Henrieta R. Hipo dijo...

Estoy de acuerdo. Una persona con esas características no puede aprovecharse de ellas para tapar sus cagadas. Pero el que lo hace no es ningún boludo. Ni el más gracioso en la historia de los graciosos es del todo gracioso si otro no le festeja sus chistes.

Anónimo dijo...

Sí, la re puta madre.
O mala onda, o botón, o amargo... Estoy re podrido de "esos".