¿Genio de otros tiempos?

No se si alguno se habrá enterado que en Estados Unidos, más precisamente en California, hace dos semanas ya, ejecutaron a un pandillero que se había convertido en pacifista mientras servía su condena en prisión.
El sistema correcional de los norteamericanos es ambivalente. Por un lado es demasiado riguroso con el tema de la pena de muerte; pero por otro lado existe una gran cantidad de personas que dentro de las instituciones penitenciarias encuentran sabiduría o espiritualidad. Cuentan con carceles donde los presidiarios pueden estudiar, hacer trabajo manual y recrearse, pero tambien cuentan con camaras de gas, guardias muy violentos, etc. Aca nuestras carceles sólo te enseñan como hacer lo que hiciste para que te metan ahi pero mejor. Pero ese es otro tema.
Stanley Williams, es la persona de la que me acordaba hoy cuando leía una novela de mi autor preferido Fedor Dostoyevski. Stanley Williams, es el norteamericano ex-pandillero que perdió la vida por una inyeccion letal, tras haber sido encontrado culpable de la muerte de 4 personas. Richard, por otro lado es un personaje de una anecdota que cuenta uno de los personajes de Dostoyevski en la novela "Los hermanos Karamazov".
Richard, cuenta la historia, es un niño nacido en Ginebra, abandonado por su madre y adoptado por una familia que lo trató con menos amor que a un objeto. Lo criaron para hacerlo trabajar y no lo dejaron comer ni siquiera de la comida de los chanchos. Richard creció hambriento y casi desnudo, hasta que un día fue aprehendido por robar y matar a un Mujik (campesino ruso). Apenas ingresó en la carcel se vio rodeado de miembros de asociaciones religiosas y damas catequistas de alta sociead. Le enseñaron a leer y a escribir, le explicaron el evangelio y el aceptó la religión, arrepintiendose de todos sus pecados. Toda la Ginebra filantropica se conmovió y lo alabaron. Pero Richard, indudablemente murió decapitado a los 24 años. El había aceptado al Señor, se había arrepentido de sus pecados, cambió su identidad forjada a fuerza de golpes, hambre y frio. Pero no le iban a perdonar que matara a un mujik porque tenía hambre, o porque era un hombre trastornado por su infancia cruel, o porque había aceptado sus errores y aprendido de ellos. No. Richard pecó y murió por ello. Y Stanley Williams también.
Es gracioso cuando una sociedad es selectiva acerca de qué creer de una misma religión. Si bien Cristo murió en la cruz, perdonando a sus asesinos y a todos nosotros "pecadores", quienes lo siguen no son capaces de mostrar semejante misericordia, y matan en nombre de Dios.
Dostoievski es un autor que no se cansa de mostrar las ironías que comprende la religión, entre lo que dice y lo que hace. Sin embargo, no hay en sus palabras desprecio hacia la obra de Jesus; todo lo contrario. Fedor implica todo el tiempo que la obra de Jesus ha sido totalmente mal interpretada. La Iglesia, o nosotros mismos en nuestra incapacidad de aceptar la libertad de distinguir lo que es bueno y lo que es malo, hemos simplificado toda su obra. El terror de la Fe, le digo yo. Si Jesus viviese hoy, probablemente lo quememos en la hogera por hereje, por revolucionario, por venir a revolver el caldo que tanto nos costó hacer. Capaz que lo tildamos de loco y mentiroso, y lo metemos tambien a la camara de gas.
Es terrible ver como con un don (que tambien es nuestra eterna maldicion) como el libre albeldrío, hemos creado este mundo. Yo creo que nos iría mucho mejor si los dioses nos tuviesen en regla a fuerza de castigos terrenales y milagros increibles, como ovejas, como un rebaño. No nos merecemos semejante "cosa", porque no sabemos utilizarla. Creemos que podemos decidir sobre la vida y la muerte de las personas en vida, y si no es asi, hemos diseñado toda una mitología acerca del infierno y Satanás, para mantener a raya a quienes no les importa sufrir en carne los castigos de la ley. Como dice Dostoyevski: "El hombre creó al Diablo a su imagen y semejanza". Somos nuestro peor miedo, nuestra peor pesadilla. Nos matamos, nos intentamos corregir unos a otros, nos premiamos, nos peleamos, nos amigamos, y hacemos todas esas cosas porque no sabemos como mierda distinguir entre el bien y el mal y no sabemos manejar la presión de la Fe. Necesitamos milagros, necesitamos señales, necesitamos un mesias que baje y nos diga "loco, estan haciendo todo bien", o caiga del cielo como un rayo y nos grite "paren, estan haciendo todo como el orto". Es una locura.

Chau
Me voy